Tras el periodo de adaptación en el aula de dos años empezamos a trabajar y descubrir diferentes conceptos, texturas, colores, formas, etc.
A través de las instalaciones, los alumnos crean un espacio abierto en el que tienen libertad de juego y movimiento para interactuar a través de los objetos y con sus iguales.
Gracias a esta actividad los niños pueden elegir, organizar y estructurar su pensamiento y dar significado a los procesos que están llevando a cabo, todo ello a través de la imaginación y la creatividad.